El Parque Céspedes

Centro Histórico de la ciudad

El Parque Céspedes es la plaza del casco antiguo, antaño era la Plaza de Armas. También fue nombrada Plaza de Isabel II. Lamentablemente, a pesar de ser el centro histórico de la ciudad, la plaza no ha conservado su imagen colonial. Solo conservan un aspecto colonial la Casa de Velázquez y el edificio del Ayuntamiento. El resto de sus edificios son de estilo Neoclásico. Estas nuevas edificaciones son reflejo del afán de renovación y  de modernidad  por parte de las clases dominantes tras la independencia de la Corona Española.

Casa Diego Velázquez de Cuellar. Museo de Ambiente Histórico

La plaza fue el centro político, religioso y administrativo de la ciudad. Todavía hoy por entre sus calles bulle la vida santiaguera, su ambiente aumenta progresivamente a medida que oscurece. Recibe este nombre por el monumento a Carlos Manuel de Céspedes.

Patio interior de la Casa Diego Velázquez de Cuéllar

Alrededor de la plaza hay varios edificios de gran importancia. La Casa de Velázquez es la edificación española más antigua de toda América, fue Casa de Contratación y residencia de los gobernadores. Hoy es el Museo de Ambiente Histórico. De estilo colonial también se encuentra el Ayuntamiento, sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular. La Catedral nace con la fundación de la ciudad, pero los ataques de corsarios y varios terremotos provocaron numerosas reconstrucciones y como consecuencia la actual catedral es de estilo eclético y neoclásico. El  resto de edificios de la plaza de estilo ecléctico son obra del arquitecto Carlos Segrera: el hotel Casa Granda y el Club San Carlos.

La iluminación nocturna y ambiental de la plaza y de sus edificios emblemáticos ha sido renovada en el 505 aniversario de la ciudad, 18 de junio de 2020. En una ceremonia teatral y musical aunque con poca personas por las medidas adoptadas para prevenir la propagación del COBIT.

La nueva iluminación ambiental de Parque Céspedes tras el 505 aniversario de la ciudad
Club San Carlos

La historia de la plaza a través de los edificios que la rodean es tan eminente que hace necesario realizar una introducción detallada para cada uno de los edificios que conforman la plaza.

El Ayuntamiento

El Ayuntamiento, sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular, es el edificio que atrae a las miradas por su elegancia simplista y el  aire historicista colonial de su arquitectura.

También estuvieron aquí los anteriores edificios que fueron sede de los diferentes gobiernos de la ciudad, pero ninguno tuvo la belleza del actual. Los primeros fueron de guano y madera, y acabaron en cenizas. Otros fueron de piedras y tejas y de una sola planta. Y colindaban con otros edificios de otras funciones, la cárcel y el hospital. En 1788 llego a tener dos pisos. Hasta que dejo de existir por ser derruido por completo por un temblor a finales del SXIX. Si, Santiago de Cuba llego incluso a no tener edificio propio para su sede de Gobierno durante algunos años, los representantes debían reunirse en casa de algunos de los vecinos que tenían esas posibilidades.

Pero lo que realmente maravilloso de la actual la edificación y que no imaginamos es que en realidad se trata de un proyecto reciente, de mitad del S XX, pero sus reglas de construcción se basan fielmente en el estilo colonia de la época española. Explicaremos a continuación los motivos.

Tras años de no tener sede de gobierno, finalmente, en 1951 se inicio un concurso para presentar proyectos. Gano el proyecto el historiador y profesor de universidad, Francisco Prat Puig. Prat fue un barcelonés, republicano que tras la guerra civil se exilio a Francia y después emigro a Cuba. Allí ejerció de profesor de historia del arte en la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba.  Prat presento en el concurso un proyecto doblemente original y genuino. Baso su proyecto en los planos de un edificio del SXVIII que nunca se construyó, el Palacio del Gobernador. Prat adecuando los planos originales de época española al espacio con el que contaba. Inicio la construcción en 1954.

De esa forma, a partir de materiales modernos, proporciono el aspecto colonial del edificio. Es una arquitectura popular, de elementos simples y construcción simétrica pero a la que le otorga una belleza indiscutible.

El edificio tiene dos plantas y una cubierta de teja roja. En su centro alto de su fachada principal tiene una torre mirador también cubierta de teja roja. Le da un alto valor estético el cubierto soportal presidido por nueve arcos de medio punto con columnas pétreas, pero el conjunto queda decorado por sus tres balcones volados, enrejados con barrotes de madera que imprimen equilibrio al edificio. En el interior todos sus salones tienes techos de madera decorados al estilo mudéjar. Se trata de unas estructuras formadas por diferentes piezas que, sin ayudas de adhesivos ni clavos, se ensamblan entre si para formar la unidad, armadura, que soporta la cubierta de cuatro aguas del techo.

Balcones del Ayuntamiento

La anécdota histórica que tiene este edificio en relación Fidel y la Revolución.  Surgió tras la huida de Batista en mitad de la noche de la celebración del fin de año. Al día siguiente, primero de enero de 1959, Fidel bajo con sus hombres de la Sierra Maestra para llegar hasta el Ayuntamiento de Santiago, una vez así salió por el balcón principal para dirigiéndose a los santiagueros que se había congregado en la plaza. Aquí dejamos parte de aquel primer discurso de Fidel que simbolizaba el triunfo de la Revolución Cubana;

Balcón desde donde Fidel Castro ofreció el primer discurso tras el triunfo de la Revolución

“La república no fue libre en 1895 y el sueño de los mambises se frustró a última hora; la Revolución no se realizó en 1933 y fue frustrada por los enemigos de ella. Esta vez la Revolución tiene al pueblo entero, tiene a todos los revolucionarios, tiene a los militantes honorables. ¡Es tan grande y tan incontenible su fuerza, que esta vez el triunfo está asegurado! Podemos decir con júbilo que en los cuatro siglos de fundada nuestra nación, por primera vez seremos enteramente libres y la obra de los mambises se cumplirá”.

Los dos títulos honoríficos de Santiago de Cuba

En la fachada del edificio nos llama la atención los dos objetos a ambos lados de ese balcón principal, son los dos títulos honoríficos otorgados en 1984 y que tiene la ciudad de Santiago de Cuba por su participación heroica en los acontecimientos revolucionarios; el titulo de “Ciudad Héroe de la República de Cuba” y la Orden “Antonio Maceo Grajales”.

Orden a la Ciudad Héroe de la República de Cuba

Si nos encontramos celebrando el nuevo año en Santiago de Cuba durante nuestras vacaciones podremos asistir a la “Ceremonia de la Bandera”. Se conmemora el osado gesto que tuvo su primer alcalde Emilio Bacardí Moreau, que aun bajo el protectorado de los Estados Unidos izó la bandera cubana desde su balcón.

Vista del Ayuntamiento de noche

La buena noticia es que en breve el edificio podrá ser visitado por cubanos y turistas. Porque la actual sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular se trasladará a otro edificio en la Avda. de las Américas y este edificio de la Plaza Céspedes será destinado a un museo dedicado al Primer Frente Guerrillero y a la historia revolucionaria y donde también tendremos oportunidad de ver la historia del edificio. El edificio mantendrá su actual estructura, con su fachada, sus salones y patio. Tendrá doce salas de exposición dotadas de medios audio visuales y tecnología de comunicación donde al espectador interactúa a medida que descubre la evolución del movimiento guerrillero en una inmersión de imágenes y sonidos ambientales de la fauna de la sierra Maestra. Todo ello a través de pantallas táctiles, similares a las que ya cuenta el actual  Museo de Segundo Cabo en La Habana.

La Casa más antigua de América

La Casa de Diego Velázquez de Cuéllar

En la esquina noroeste se encuentra la que un día fue casa de contratación y Fundición de la Corona Española y albergo también la casa de Diego de Velázquez de Cuéllar, Gobernador de la isla Fernandina (Cuba). La mando construir en 1516 el mismo Hernán Cortés.

Pequeño cañón

La casa hoy es el Museo de Ambiente Histórico Cubano Es un edificio de dos plantas con fachada de piedra.

Balcones superiores

El piso superior tiene dos grandes balcones decorados con maderas labradas. Y en la planta baja destacan la belleza de  las ventanas con sus rejas de estilo mudéjar, todo el  conjunto en madera.

Balcones con maderas labradas
Rejas de estilo mudéjar

La tiene un patio ajardinado en el interior, en él todavía se conserva un pequeño horno para la fundición de oro.

Horno para fundir oro
Interior del horno de fundición

El piso superior esta destinado a las dormitorios y salas de residencia, sus techos están decorados en madera labradas de estilo mudéjar.

Sus techos forman una estructura a partir de un conjunto de piezas de madera lineales ensambladas entre si. Es una armadura que soporta la cubierta de cuatro aguas.

Techos de estilo Mudéjar

La casa está decorada con muebles lujosos de madera labrada y toda clase de objetos de la época.

Entre los que se conserva el yelmo de la armadura y una espada.

La casa no siempre estuvo en tan buen estado de conservación como el actual. La conservación del patrimonio cultural no siempre fue primera prioridad para los gobiernos anteriores. La casa tuvo diferentes usos sin mantenimiento por lo que su deteriorándose en el paso de tiempo fue mordaz. Por ejemplo llego a ser un taller textil, incluso un espacio divido y destinado a la vivienda de varias familias.

Muebles labrados de gran belleza
Detalle del mueble labrado

Tras el triunfo de la revolución la casa fue reconstruida en 1965. El objetivo fue que recuperara de su estado original, para ello la Comisión Nacional de Monumentos de Oriente conto con el asesoramiento de Francisco Prat Puig, historiador de arte.

Corredor interior

Prat era un barcelonés republicano quien se había exiliado en Cuba tras la guerra civil, allí ejerció de profesor de historia del arte en la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Su colaboración fue de inestimable ayuda.

Arcón Labrado

La estructura y otros elementos en madera se encontraban en pésimas condiciones, la humedad y la carcoma la habían afectado mucho.

Las maderas de la casa fueron las más dañadas por el tiempo

También tuvieron que ser retirados los diferentes tubos y canalizaciones de desagüe que  no correspondían a la época. La finalidad fue la recuperación fidedigna con respecto a la arquitectura original.

El actual conjunto del Museo esta compuesto por cuatro partes: destaca en primer lugar el patio interior de la vivienda y las galerías ambos.

Las diferentes dependencias del S. XVI y XVIII. Por último se conserva en buen parte del horno para fundir el oro.

Junto con la casa de Diego Velázquez, el museo ha restaurado y adquirido un segundo edificio contiguo de 1830.

Esta vivienda fue residencia de una rica familia española. Los Quesada. Este segundo también ha sido ambientada a su época.

El resultado final es de gran belleza arquitectónica pero además ha sido muy bien ambientada con muebles de época: cerámicas españolas y porcelanas francesas y otros muchos elementos que abalan la riqueza y la opulencia con la que vivió el propietario de la casa.

Y para entender mejor la importancia de Diego Velázquez, tal vez debiéramos hacer una puntualización en su vida y explicar su relación con Cuba. Siempre caemos en el error de atribuir todos lo sucedido a Cristóbal Colón por ser el descubridor. Pero en realidad él solo fue “el explorador”. Por así decirlo, en sus cuatro viajes no tuvo más oportunidad que navegar, desembarcar, tratar de aprovisionarse y contactar con los indígenas cuando estos no se ocultaban ante su presencia. Pero obviamente después eran otros los que realizaban la exploración, la expansión y la conquista. Es decir eran otros los que poblaban y los que “apaciguaban” a los indígenas cuando estos se revelaban ante la codicia de los españoles. Diego de Velázquez fue uno de aquellos hombres.

El punto de oración y rezo de la casa

Diego Velázquez de Cuéllar se enroló con 29 años en el segundo viaje de Cristóbal  Colón en 1493 y nunca más regreso a la Península. Aquel segundo viaje no fue solo de expedición, pues acompañaron al almirante eclesiásticos, colonos y caballeros e hidalgos con deseos  de obtener riquezas.

Tinajón para recoger el agua de lluvia.

Los españoles del segundo viaje abusaron más aun de los indígenas de La Española (hoy Republica Dominicana). Estos empezaban a ver a los españoles como una amenaza y con los que mantuvieron algunos enfrentamientos. La historia atribuye el protagonismo de los indígenas a la reina o cacique Anacaona quien gobernaba el oeste de la isla.

Patio interior de la casa de Diego Velázquez

Para acabar con los enfrentamientos; Diego Velázquez, que comandaba el grupo de españoles, tramó un plan para acabar con la resistencia de Anacaona, la invitaron a un encuentro amistoso. Anacaona acudió con su familia y un grupo de aborígenes. El encuentro tuvo lugar en una gran cabaña (caney). Los españoles fueron recibidos con una gran fiesta y con bailes de bienvenida y a pesar del buen recibimiento continuaron con el plan trazado; prendieron fuego a la cabaña con todos los indígenas dentro. Solo unos pocos pudieron escapar, Anacaona no murió en el incendio pero fue ahorcada días después en plaza pública. Entre quienes pudieron salvarse se encontraba un indio llamado Hatuey, quien huyó hasta la isla vecina, que era Cuba y donde habitaban los indios ciboneys.

Diego Velázquez adquirió gran protagonismo por la “pacificación” de los indígenas por ser el capitán principal en esos meses de enfrentamientos. Así lo narró entonces el Gobernador General en La Española, Nicolás de Ovando. Por su labor de conquista en La Española Diego Velázquez recibió una buena encomienda de indios en los repartimientos de 1504 y 1505.

Mejorando en mucho su posición económica, al recibir mano de obra para sus haciendas y minas, llegando a ser uno de los vecinos más ricos en La Española.

En 1511 el nuevo Gobernador, Diego Colón, encargo Diego Velázquez la conquista y el poblamiento de Cuba. Y este, con  recursos económicos propios obtuvo cuatro naves para la campaña y enrolo a trescientos hombres.

La conquista y poblamiento de Cuba implicaba fundar ciudades. Durante la expansión por la isla encontró resistencia de los indios, a los que Diego Velázquez respondió con la guerra, el sometimiento y la esclavitud de los indígenas. Así fue en cada una las siete primeras ciudades que fundo. La primera ciudad fue Nuestra Señora Asunción de Baracoa en 1512.

Yelmo de Diego Velázquez durante la conquista de Cuba

En Baracoa se enfrento con el indio Hatuey, huido de La Española y refugiado en esa zona, quien había alertado a los indios y organizado un grupo para enfrentarse a las tropas de Diego Velázquez. Hatuey fue capturado y condenado a morir en la hoguera por orden de Diego Velázquez.

«El suplicio de Hatuey». Oleo de Juan Emilio Hernández Giro, expuesta en el Museo de Bacardí

Entre los hombre que acompañaban a Diego estaba Hernán Cortes quien sería nombrado Alcalde de Baracoa.

Dormitorio de época de la casa de Diego Velázquez

En los dos años siguientes fundo las otras seis ciudades con la ayuda de su capitán Pánfilo Narváez. En 1513 San Salvador de Bayamo. En 1514 Santísima Trinidad, Sacnti Spíritus, Santa María del Puerto de Príncipe y San Cristóbal de La Habana situada en la costa sur de la isla en un inicio, en la actual Batabanó, para trasladarla después a la costa norte en 1519. Y por último 1515 Santiago de Cuba donde fijo la capital desde 1522 a 1589. Decidió fijar aquí su residencia por la cercanía al gobierno colonial que estaba en La Española.

Cerámica española

Por consolido así la posición española al establecer estos enclaves, el Rey nombro a Diego Velázquez Gobernador y repartidor general de los indios de Cuba. Tras conquistar Cuba tocaba continuar al otro lado del mar, por lo que la Corona Española nombro a Diego Velázquez adelantado de Yucatán.  Desde esta misma casa de Santiago de Cuba se organizaron la futuras expediciones para la conquista de México. La tercera expedición fue la de mayor envergadura y para esta ocasión Diego Velázquez nombro capitán al frente a Hernán Cortés.

Estancias de la Casa de Diego Velázquez

Diego Velázquez murió en esta casa de Santiago de Cuba la noche del 11 al 12 de junio de 1524. Al morir tenía 19 haciendas, 3000 cerdos y 1000 reses. Y entre las mandas testamentarias dejó dinero para que se dijeran 300 misas por su alma. Sus restos se cree que se encuentran en la Catedral de Santiago de Cuba, también en el Parque Céspedes.

La Catedral

Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Santiago de Cuba

La primera vez que visitamos la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Santiago de Cuba nos sorprende negativamente, porque tenemos la idea de que por ser la primera catedral de Cuba tuviera que tener un estilo arquitectónico propio de los siglos del descubrimiento. Pero la Catedral actual tiene es un estilo Eclecticismo  o Neoclásico. No se ha conservado el edificio original de la Catedral. Las anteriores Catedrales fueron incendiadas y saqueadas por los piratas o fueron derruidas por los terremotos. La actual Catedral es el cuarto edificio y corresponde al siglo XIX.

Imagen nocturna de la actual Catedral.

En 1522 se fundó la ciudad de Santiago de Cuba y se nombrada capital de Cuba. Como consecuencia, se traslado la Sede del Obispado de la Isla desde Baracoa a Santiago. Así la pequeña y modesta iglesia de Santa Catalina construida de madera y guano recibió los honores de Catedral. En poco tiempo se iniciaron las obras para construir un nuevo templo en un nuevo emplazamiento.

En esos años la iglesia de Santa Catalina sufrió un incendio devastador. Por lo que el nuevo emplazamiento para iniciar las obras de la Catedral, llego a ser años después la Plaza de Armas, actual Parque Céspedes. Aquella primera Catedral se construyo con maderas y piedra. Y tuvo la orientación de Este a Oeste, con la fachada principal hacia la bahía, desde donde se divisaba la entrada de embarcaciones. La construcción de la Catedral finalizo en 1528.

Lamina expuesta en el museo Bacardi de Sitges, Barcelona. Los terremotos de 1678 y 1766 derrumbaron ambas catedrales construidas tras ellos..

La catedral fue saqueada en varias ocasiones por piratas y corsarios. Los daños ocasionados por aquellos saqueos, hizo necesario que se reparase en varias ocasiones. Finalmente en 1662, el pirata Henry Morgan provoco un gran incendio en la Catedral tras su ataque a la ciudad, provocando la necesidad de realizar una la segunda edificación entre 1666 y 1670. Y unos años después, en 1678 un gran  terremoto provoco daños tan graves que hizo necesario una tercera catedral. Se demolieron los restos de la inicial y se levantó un nuevo edificio desde sus cimientos. Un templo más grande y esplendoroso, con capillas laterales, una torre y una cúpula.

Interior actual de la Catedral

El terremoto del 11 de junio de 1766 dejo a la catedral en pésimas condiciones. Dando paso a la cuarta y última catedral, que se construiría entre 1810 y 1818. Se tardo cuarenta y cuatro años en iniciar las obras por el dilatado proceso de discusión sobre las cuestiones técnicas que debía tener la estructura para resistir terremotos. Tomaron parte en esta deliberación y criterios: el clero, el gobierno local, la Academia de San Fernando en Madrid y la Corona a través de múltiples Cédulas Reales. Motivo por lo que el proceso se eternizó

Órgano de 1873 que procede de la ciudad de Zaragoza, España.

Finalmente las obras se iniciaron el 15 de agosto de 1810 con el proyecto del maestro mayor de carpintería Pedro Fernández. Durante los trabajos se hallaron la lápida de Diego Velázquez, quien recordemos que había muerto en 1524. El hecho hizo pensar que Don Diego había sido enterrado durante la construcción de la primera catedral. Hecho que no se pudo confirmar porque los arqueólogos nunca encontraron sus restos ni existe constancia de que estos hubieran sido trasladados. Hoy la lapida están expuesta en el museo de Emilio Bacardí Moreau.

Altar Mayor

Se trataba de un edificio con cinco naves, de 2.115 m2, donde los arcos techos y cúpula fueron construidos de madera. La fachada podía ser del etilo barroco tardío. La nueva Catedral cambio su orientación hacia la plaza, de norte a sur.

Tras la visita del Papa Francisco el color amarillo fue sustituido por tonos grises y blancos.

Lamentablemente el devastador terremoto del 20 de agosto 1852 derrumbó las naves laterales y las torres. La rehabilitación duro sólo dos años y quedo inaugurada el 24 de marzo de 1854. En esta ocasión el Altar Mayor se construyo en mármol, pero dejo al conjunto un aspecto Neoclásico sobretodo por cambio sustancial del frontón neoclásico. En 1873 se adquiere en Zaragoza el un nuevo órgano. Y en 1874 se instala un reloj en la torre derecha.

Se inicio unas reformas en el edificio 1919 -1922, bajo la dirección del arquitecto Carlos Segrera Fernández.  La catedral adquiere un estilo Eclecticismo y gana en esbeltez gracias a sus torres estilizadas y la renovada volumetría de la fachada principales. Sin embargo, mantuvo intacta la parte posterior del edificio.

Vista desde la torre derecha la Catedral, a la que se puede acceder.

Se colocaron tres estatuas: Rematando el friso hay dos estatuas, la de Cristóbal Colón y el padre Bartolomé de las Casas.  Coronando la catedral, la escultura en mármol del arcángel Gabriel que mantienen en una mano la trompeta anunciadora del nacimiento del niño Jesús. Su cabeza está ladeada mira al mar, a la puerta de entrada que es la bahía de santiaguera. (Para los santiagueros este arcángel Gabriel es el equivalente de la Giraldilla a los habanero). El interior se decoro con falsos techos rematados de yesería y pintados.

Con el fin de evitar desplazamientos de tierra en los cimientos de la catedral, se escarbo y se construye  diferentes locales comerciales. Posibilitando así futuros mantenimiento que se habrían hecho imposible si se entierran los muros. Por ese motivo en tres de sus fachadas, excepto la posterior, encontramos arcadas continuas.

El terremoto de 1932 puso en riesgo la permanencia de sus torres y daño el arcángel que perdió una de sus alas. Los trabajos realizados eliminaron las columnas decorativas en el tambor de las torres y el Arcángel perdió para siempre su cruz gamada.

Cúpula mayor

En los ochenta y noventa se restauro la cúpula mayor que estaba, afectada en su estructura interna de madera por un incendio. La actual catedral conserva todo el patrimonio material acumulado por el clero santiaguero durante medio milenio. La obra religiosa más importante es el Santo Ecce Homo. Es la  pintura más antigua conservada en Cuba. Y debemos observar también la sillería del coro, exquisitamente tallada.

La sillería del coro

El museo Archidiocesano, esta en reparación; se accedía desde le lado este de la catedral, se exponen estatuaria y arte sacro. Pero si nos encontramos en buena forma física podremos subir hasta lo alto de uno de sus torres. Desde allí tendremos la oportunidad de contemplar la vista de la ciudad. No olvidemos la cámara de fotos.

Ya en el siglo XXI, con la celebración del quinientos años de la ciudad, se realizo un proyecto de recuperación integral de la catedral. Exteriormente desapareció el color amarillo que fue sustituido por su color gris actual de más elegancia y sobriedad. Y se reparó la cúpula de la torre izquierda. A los pocos días de la celebración de la fundación de la ciudad,  el 22 de septiembre de 2015, el Papa Francisco visitó la Catedral desee donde dio una bendecir la ciudad y a todos los santiagueros.

El Hotel Casa Granda y el Club San Carlos

El Club San Carlos y el Hotel Casa Granda a los pocos años de su construcción

En el lado Este de la plaza, es decir a la derecha de la Catedral, se encuentran dos edificios de inicios del siglo XX; el Club San Carlos y el Hotel Casa Granda. Los dos edificios son obra del arquitecto Carlos Segrera Fernández, no es una coincidencia, también hemos hablado de la intervención de Carlos Segrera con el Museo Emilio Bacardí y la reforma de la Catedral en 1922. Segrera nace en Santiago de Cuba pero su familia lo envió con 15 años a estudiar a Barcelona, donde se licencia como ingeniero en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería.

Parece que los años que vivió en Barcelona le ayudaron a encontrar su vocación; Segrera queda asombrado por los numerosos y modernos edificios que se construían en aquellos años en la zona del Ensanche de Barcelona. Fue el momento del desarrollo del plan urbanístico de Idelfons Cerdá, de geniales arquitectos y de ricos constructores. A su regreso a Cuba, Segrera estudiará arquitectura en La Habana.

El Hotel Casa Granda

Cuando visitemos Santiago de Cuba será visita obligada llegar hasta la cafetería del Hotel Casa Granda para disfrutar de las vistas al parque, verdadero mirador. La altura favorece la brisa refrescante que recorre la sala, amplio corredor que ocupa todo el ancho del edificio.

Cafetería del Hotel Casa Granda

Su elegante estilo ecléctico da consistencia y uniformidad al resto del ambiente neoclásico de la plaza. Durante años fue el principal hotel del oriente de la isla, sobre todo después del desaparecido Hotel Venus con el terremoto de 1932. Antes de su construcción, en el lugar estuvo la Mansión de Don Manuel de Granda. Don Manuel nunca imagino que un día su apellido daría nombre al actual hotel.

En 1909 la compañía Ferrocarriles Consolidados de Cuba, (de capital mayoritariamente americano) compro el terreno para construir el hotel, no era esta la primera ocasión que invertía en el sector hotelero, también era propietaria del Hotel Camagüey. Encargaron el proyecto al arquitecto Carlos Segrera y a la sociedad constructora Amigos y hermanos. La construcción se inició en junio de 1913 y el hotel se inauguró en enero de 1914, en tal solo seis mese se finalizó la obra.

Inicialmente se construyeron solo tres plantas pero dos años después se construyo la cuarta planta y la azotea con su Roof Garden, vitrina de la ciudad por las maravillosas vistas. Podremos pasar un momento relajante en sus cómodos sofas

Roof Garden

Se encuentra en la esquina de la plaza, ofreciendo fachada a la calle Heredia y al parque. Al adaptarse al desnivel del terreno provoca que su entrada principal sea por la calle Heredia. La recepción tiene unas escultóricas y amplias escaleras que acceden al piso superior. Es un edificio sencillo y a la vez majestuoso. La primera planta esta dedicada a los servicios propios del hotel. La fachada de la segunda y tercera planta son simétricas, de sobria decoración como muestran su balaustrada, los arquitrabes, la cornisa y friso. La cuarta planta, de construcción posterior como hemos dicho, muestra una particularidad que la diferencia del resto. Sus ventanas están ornamentadas por tres estrechas columnas que sostienen cuatro arcos de medio punto.

Las tres primeras décadas de vida del hotel fueron años de y altas facturaciones, en 1948 por ejemplo obtuvo 150 mil pesos anuales de beneficios. A pesar de ello, en 1954 solicitó un préstamo al banco para realizar reformas y mejorar sus servicios, el préstamo fue denegado.

Durante los años de la Revolución, los hoteles cubanos eran dedicados al mercado nacional exclusivamente. Solo los cubanos podían disfrutar de sus servicios a precios módicos o cuando eran premiados en el desempeño en su trabajo. Tras la caída del Bloque Soviético y con la nueva política de apertura al turismo internacional, este hotel y otros muchos fueron reparado con ese fin. El Hotel Casa Granda fue reformado para el turismo internacional entre 1993 y 1995. En actualidad  lo regenta la cadena Iberostar, quien en los últimos años ha realizando grandes inversiones en toda Cuba.

No debemos perder la oportunidad de subir en ascensor a la azotea del hotel, a su Roof Garden. En él podremos disfrutar de las maravillosas vistas panorámicas de la ciudad y de la bahía mientras nos refrescamos con una bebida. Desde aquí podremos realizar fotos únicas de la Catedral y del parque.

Si tras disfrutar de estas vistas todavía tenemos necesidad de realizar más fotos panorámicas desde otra perspectiva, aconsejamos realizarlas en la terraza superior del restaurado Hotel Imperial, también obra de Carlos Segrera Fernández. Se encuentra en la calle Enramadas, justo detrás del ayuntamiento. Desde allí podremos también disfrutar de las vistas de Santiago.

Es cierto que la ubicación del hotel es envidiada, por estar en el mismo corazón de la ciudad y sin duda forma parte de la historia de Santiago de Cuba. A pesar de ello, nuestro consejo es que no nos alojarnos en ninguna de sus 58 habitaciones. Sino más bien que disfrutemos de todos los servicios que nos brinda el hotel durante nuestras visitas al centro: su Salón Cafetería donde nunca falta la ambientación de buena música tradicional cubana; del Roof Graden en su azotea, incluso también por la noche. Pero a la hora de buscar alojamiento es conveniente que nos alejemos del mundanal ruido de las calles principales para descansar. Por lo que puede ser una opción por ejemplo alojarnos en una casa particular.

El Club San Carlos

El Club San Carlos

El Club San Carlos fue fundado años antes de la edificación de esta sede, en 1859. Durante años tuvo diferentes sede, la sede inaugurada en 1917 fue la última y más relevante. Nos referimos al edificio que se encuentra junto al ayuntamiento.

Desde 1870 siempre tuvo en esta localización, pero en el edificio que fue la antigua residencia de Don Bartolomé Portuondo y Rizo, marqués de las Delicias de Tempú. El club creció en importancia y en su numero de socios, lo que hizo necesario un nuevo edificio y que este tuviera la imagen representativa de la categoría institucional del club. En 1906 fue demolida aquella antigua sede y en 1909 se inicia la construcción del nuevo y lujoso edificio que hoy vemos.

Residencia del Marqués de las Delicias de Tempú

El edificio fue construido en tres plantas y contaba con dos hermosas cúpulas revestidas de cerámica coloreada en sus extremos. Pero el terremoto de 1932, demoledor para toda la ciudad, devasto ambas cúpulas y la tercera planta por completo.

Escombros del Club San Carlos en la calle Aguilera tras el temblor de 1932

Su armónica fachada esta compuesta de elementos arquitectónicos clásicos como son los decorados arcos de medio punto y columnas corintias. A su vez la planta baja esta ricamente ornamentada con rostros de mujer y guirnaldas decorativas. En los pisos superiores, (el tercero ya no existe) tienen un amplio corredor en los portales decorados con balaustres que solucionan el calor del sol que recibe el edificio por su orientación al oeste. Era muy frecuente ver desde la calle a los miembros del club sentados en cómodas mecedoras en el amplio corredor, mientras observaban la vida en la plaza.

El Club San Carlos antes del terremoto de 1932

El Club San Carlos fue la asociación más distinguida, exclusiva y minoritaria,  fue el centro cultural de la elite de la burguesía santiaguera desde mitad del S. XIX. Sus miembros eran la clase adinerada blanca, de la mejor posición social y económica. Procedían de las familias españolas ricas de la época colonial y de los nuevos empresarios que surgieron del desarrollo azucarero. Además entre sus miembros se encontraban toda clase de políticos, senadores o gobernadores y destacados intelectuales como catedráticos y profesionales distinguidos. Pero, naturalmente, nunca se admitieron entre sus  miembros a negros ni tampoco mulatos.

El corredor de los portales decorados con balaustres

Los miembros del Club San Carlos organizaban sesiones para deleitarse con todo tipo de artistas: se recitaba poesía, armonizaban  audiciones musicales, incluso con cantantes de opera. Tenían lugar bailes y banquetes de etiqueta; se realizaban actos conmemorativos o de homenaje. Las celebraciones y fiestas del Club San Carlos no tenían nada que envidiar a las que entonces se celebraban en las ciudad importante de Europa o América. En su sede tuvieron lugar varias reuniones políticas conspirativas contra el gobierno colonial pro la independencia de Cuba. No olvidemos que tras la dominación española fue en el Club San Carlos, donde por primera vez se enarboló la bandera cubana en 1899.

Podríamos imaginar que existieron contactos entre los miembros de este club y los americanos en los años previos a la guerra. Porque una vez finalizada la guerra e instaurado el protectorado americano, el presidente del Club San Carlos convocó una reunión para redactar una petición al presidente de los EEUU, McKinley, la cual firmaron todos los asistentes. Los miembros del club estaban molestos por la permanencia y control que los americanos habían establecido en la isla;

«todos los abajo firmante deseamos un gobierno propio como compensación por los sufrimientos y el heroísmo de nuestro ejercito, y el definitivo establecimiento de la Republica cubana con las autoridades cubanas».

Es evidente que ni el destinatario ni el trato parecen propios de un primer contacto, más bien parece muestra de un reproché por la falta de rigor en los compromiso previos acordados.

En la década de los setenta el piso superior se utilizó por el gobierno de la revolución para las ceremonias matrimoniales, allí estuvo el Palacio de Matrimonios. En  la planta baja estuvo dedicada a las oficinas de la compañía aerea Cubana de Aviación. En los años ochenta el piso superior paso a ser la Casa Municipal de Cultura y la planta baja una galería de arte. Hoy el interior es una extensión del Museo de arte de Emilio Bacardi y todavía continúan la obras y reformas en el interior del edificio para la futura apertura al publico como el Club San Carlos de entonces.

El Desaparecido Hotel Venus

Posta de época, con el Hotel Venus al fondo.

Hoy solo encontramos un edificio construido en los años 50 que contrasta en la plaza, es el del Banco Nacional de Cuba. Los turistas no reparamos en él ni por sus grandes cristaleras ni por su construcción de rectas líneas. Sino porque en su fachada se ha instalado una pantalla gigantes desde junio de 2020 y porque en uno de los laterales hay un cajero automático con el que se puede operar con la tarje visa.

Pero en realidad en ese espacio de la plaza un día estuvo ubicado un lujoso hotel que alcanzo más prestigio que el Hotel Casa Granda. Era el Hotel Venus, fue también obra del arquitecto Carlos Segrera Fernández. Lamentablemente quedo muy perjudicado en el terremoto de  1932, que izó necesaria la demolición total.

Para explicar algunas de las anécdotas y parte de la historia de aquel hotel, podríamos decir que años antes de la trágica demolición, en este hotel estuvo hospedado Federico García Lorca. Si, allí vivió una experiencia secreta, todavía hoy se desconoce la identidad de su acompañante. Aquella estancia en Cuba fueron la inspiración de los versos, “Son de negros en Cuba”. El verso que se repite a lo largo de la composición es: Iré a Santiago. El ya fallecido Compay Segundo tiene una canción del mismo titulo, con la que pone música a estos versos de Lorca.

En aquellos años el ron Bacardi tenía un gran reconocimiento internacional por haber ganado premios en la Ferias y en la Exposición Internacional de Barcelona. Como familias más influyentes de Santiago la familia Bacardí se reunían con frecuencia en el distinguido hotel Venus en compañía de sus amigos . Como por ejemplo el evento que tuvo lugar en 1925 con los empleados y este hotel.

Familia Bacardi y empleados en un evento en el Hotel Venus.
El hotel Venus en los años de Federico García Lorca

La anécdota que sorprenderá a muchos es la vinculación del hotel  con la historia de la creación del famoso cóctel Daiquirí. Porque fue aquí,  en el bar restaurante de este hotel, donde se bautizo el cóctel con ese nombre. Y no en  el restaurante Floridita de la Habana como algunos pueden imaginar.

En realidad fue creación del norteamericano Jennings Stockton Cox que trabajaba como gerente en la explotación minera de hierro “Sapnish-American Iron Company”, en la playa de Daiquirí, provincia de Santiago de Cuba. El Sr. Cox se encontraba en su casa con unos invitados y amigos que habían agotado la ginebra. Ante el apuro recurrió al galón mensual de ron Bacardí Carta Blanca que recibía como asignación salarial. Pero para suavizar el ron añadió zumo de limón, unas cucharadas de azúcar y añadió hielo triturado para aliviar el calor.

Bar terraza del hotel Venus

La bebida tuvo éxito en el círculo de amigos de Cox, quienes junto con él mismo siempre lo solicitaban al barman en la barra del Bar del Hotel Venus. En aquel entonces el Bar del Hotel Venus estaba muy en boga. Una de aquellas noche en el Bar del Hotel Venus, también se encontraba su amigo italiano Giacomo Pagliuchi, quien era director de las minas de El Cobre. Quien izó un comento cómicamente en tono de molestia porque desde hacía tiempo solicitaban el cóctel sin haber sido todavía bautizado, en aquel mismo instante tuvo la ocurrencia de bautizarlo con el nombre de la mina donde trabajaba el Sr. Cox, Daiquirí.

Bar del hotel Venus

El cóctel se hizo muy popular en Santiago de Cuba y fue Emilio González, alias Maragato, quien trabajaba en el Hotel Plaza de La Habana, la persona que lo traslado a la capital. Allí lo dio a conocer a su amigo Constantino Ribalaigua, propietario del restaurante Floridita en aquel entonces. Constantino introdujo unas pequeñas variantes al cóctel inicial, añadió unas gotas de marrasquino y realizaba la combinación final con una batidora eléctrica para crear esa espuma que lo caracteriza. Y así fue como el restaurante Floridita lo popularizo mundialmente.