Historia Isla de la Juventud

Su historia esta plagada de piratas. La isla, descubierta por Cristóbal Colón en su segundo viaje, ha teniendo diferentes nombres: Isla de los Pinos, Isla de los Deportados y finalmente, cuando fue sub-sede del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, se la bautizo como Isla de la Juventud.

En la actualidad los cubanos la nombran sencillamente La Isla y a sus habitantes pineros. Pero el nombre más conocido durante siglos, fue Isla de los Piratas o isla del Tesoro, porque en ella existía una presencia permanente de piratas. En la isla se han encontrado valiosos objetos y monedas. La Isla, asociada siempre a los piratas, ha sido fuente de inspiración para escritores como posiblemente Robert Louis Stevenson en su novela, «La isla del Tesoro».

El monopolio español sobre las riquezas del nuevo mundo fomento la piratería por parte del resto de potencias. Cuba era la llave del nuevo mundo y la Isla de la Juventud ofrecí­a oportunidades a los piratas que abordaban los galeones españoles. Fueron muchos los barcos de piratas que utilizaban la isla para abastecerse, reparar sus naves dañadas y esconder sus tesoros.

La historia de los piratas en la isla esta documentada: Jean François La Roque en 1543, el corsario John Hawkins en 1565, el famoso pirata inglés Francis Drake hasta 1586, el corsario holandés Van Caerden y el pirata inglés John Oxman a finales del siglo XVI. En 1625 el corsario Van Vyn Enrique que tras atacar a la flota española, se refugia en la isla. Posteriormente, en 1628 llegó a la isla el pirata Peter Peterson Hayn, más conocido por su apodo «Pata de Palo». En 1629 el holandés Cornelius Cornelizoon Hol. En 1638 el pirata Cornelius Cornelizoon Hol y el pirata Henry Morgan a partir de 1668. Bartolomé, apodado «el Portugués» en 1677 y el pirata francés Pierre Franquesnay en 1678.  Y entre  1680 y 1686 los ingleses Bartolomé Sharper y William Dampier, quien llego incluso a narrar sus aventuras convirtiéndose en escritor. A partir del siglo XVIII, el español Bartolomé Valadón en 1718 y Pepe «El Mallorquín» que en 1822 se asentó en la isla con un grupo de forajidos.

La isla fue el hogar de innumerables piratas que se iban sucediendo a lo largo de los años hasta que en 1830 se recolonización de la isla por parte de la corona española y se funda la ciudad de Nueva Gerona como recuerdo a la ciudad catalana en España.